22/02/2018

EL “Tao Te King” (“Dào Dé Jing”): El mejor libro del mundo, sin olvidar la Biblia.

El “Tao Te King” o “Tao Te Ching”  es un pequeño tratado de proverbios y aforismos, siendo uno de los libros básicos del pensamiento humano y la obra literaria más traducida del chino, y la  más difícil de traducir, con gran influencia en la filosofía y la cultura oriental. Es un libro moral y pragmático que debe leerse una y otra vez, porque sólo así podemos percibir su sentido de la vida (más profundo, más sabio). El libro presenta enigmas y paradojas que ocultan uno de los pensamientos más avanzados y universales de la humanidad.

Según el “Tao Te King”, “el hombre sabio deja que las cosas sigan su curso natural”. Aunque este mensaje parece muy sencillo, se basa en esta obra filosófica,  difícil de comprender, la cual no debemos leer superficialmente, porque sería muy fácil trivializarla y podríamos convertirla en una fuente de citas lapidarias, utilizadas para lucirse en una charla. Para comprenderlo tenemos que acercarnos a su concepto fundamental, el Tao.

El “Tao Te King”,  junto a “ El libro de la perfecta vacuidad”  (autor Lie Yukou) y el  ”Zhuang Zi” (que tiene el nombre de su propio autor),  completa el tríptico sagrado del Taoísmo.

En la China actual, el Taoísmo se funde con otras prácticas. Se dice que los chinos practican su religión según el momento por el que transcurre su vida: en las fiestas nacionales son Confucianos; al enfermar practican el Taoísmo y antes de morir se pasan al Budismo (creyentes en la reencarnación).

El TAO: Un agujero negro.

La palabra Tao podemos traducirla como “vía o camino que conduce a la meta”. De origen taoísta, ha pasado a otros pensamientos como el confucionismo, el budismo zen japonés  y la religión china moderna. El Tao es como un vaso que nunca se llena, parecido a un abismo del que todo procede. Es un principio absoluto que existía antes que el cielo y la tierra, entidad que no puede verse, oírse ni expresarse. El Tao es un universo que se crea a sí mismo sin la existencia de un Dios creador. Una especie de agujero negro al que podemos denominar “realidad autosuficiente”,  “puerta de todos los prodigios” y “misterio de todos los misterios”. El Tao no es sólo un concepto metafísico, sino también el sendero que debe seguir cada persona y, especialmente, los buenos gobernantes. Si nos preguntásemos ¿Cómo dirigir al pueblo sabiamente y hacer felices a los súbditos? La respuesta del “Tao Te King” se parece al sueño de todo liberal: el mejor rey es quien no hace nada o prácticamente nada, dejando que los acontecimientos sigan su curso, es decir, respetando el fluir permanente del Tao y, por tanto, de las fuerzas del mundo natural por él creadas. El Tao no tiene un significado concreto, es un espacio vacío donde todo se manifiesta, no conocemos su origen, no es temporal ni limitado, es el orden natural, la fuente primaria cósmica de la que proviene todo lo que existe.

¿Cómo percibir el Tao?

Para percibirlo, el hombre debe fluir en armonía con la naturaleza, captar sus ritmos e integrarse con ellos. Percibir que el tiempo se detiene, pasear por el campo y entregarse al silencio exterior…Ahí encontramos el Tao, en el temperamento más sereno, íntimo y estable de la naturaleza. Quien quiera recorrerlo necesita una preparación interna: la práctica espiritual, la perseverancia, el recogimiento y el silencio. Así se logra ver lo invisible, escuchar el silencio, sentir lo nunca sentido, entrar en una dimensión sin espacio ni tiempo: el Tao. Ello no significa que debamos alejarnos del mundo sino más bien simular una especie de pasividad: hay que saberlo todo, estar informado de todo y, sin embargo, permanecer indiferente,  como si nada se supiera. Muchas frases del “Tao Te King” revelan este significado contradictorio: “quienes hacen demasiado echan a perder su causa; quienes aprietan demasiado acaban por aflojar”.

El Taoísmo.

Esta tradición filosófica y religión lleva más de 2.000 años ejerciendo su influencia sobre el Extremo Oriente. Tomó cuerpo en el siglo IV a.C. Su origen pudo estar en la desintegración del feudalismo Zhou. Desengañados, algunos aristócratas se refugiaron en el campo y allí procuraron encontrarse a sí mismos cultivando un ideal de vida libre de artificios, en contacto con la naturaleza. Tuvo un origen filosófico que terminó convirtiéndose en religioso.

Una historia representativa del pensamiento taoísta: El caballo de un campesino se escapó. Ante la compasión de su vecino, el campesino le dijo: “¿Quién sabe si es bueno o malo?”. Y tuvo razón, porque al día siguiente el caballo regresó acompañado por otros caballos salvajes. El vecino le felicitó por el regalo caído del cielo, pero el campesino repitió: “¿Quién sabe si es bueno o malo?”. Y otra vez tuvo razón porque su hijo trató de montar uno de los caballos salvajes y se cayó, rompiéndose una pierna. El vecino volvió a mostrar su pesar para recibir la misma respuesta:  “¿Quién sabe si es bueno o malo?”. Y al día siguiente aparecieron unos soldados para reclutar al hijo, pero le eximieron por estar herido. Al final todo es relativo como dice el dicho: “no hay mal que por bien no venga”.

El Yin y el Yang

El constructo (concepto) del yin yang (yin y yang) es común al pensamiento chino de todas las épocas, no sólo al Taoísta. Es utilizado para describir fuerzas opuestas que se  interconectan y son interdependientes en el mundo real, siendo una la causa de la otra y viceversa. Muchas de las dualidades naturales: la luz y la oscuridad, el día y la noche, el amor y el odio, el nacimiento y la muerte.… son entendidas como expresiones del yin yang.

Simboliza la relación entre contrarios que caracteriza la vida. En el universo existen tres fuerzas: Las dos primeras, el Yin y el Yang,  se oponen y complementan entre sí (funcionado como una sola ) y la tercera es el Tao (energía superior que contiene a las dos primeras). El Yin representa lo pasivo, sutil, femenino, húmedo, frío, blando, oscuro, la tierra, la absorción,  la noche… y el Yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad,  la penetración, lo claro, lo duro, lo caliente, etc. No son entidades fijas o estables, sino dinámicas e interdependientes: necesita la una de la otra. Presentes en todos los fenómenos del universo, son opuestas pero en el Yin hay Yang y el Yang hay Ying. En medicina, las enfermedades son Yin o Yang y los tratamientos correspondientes, también los son.

El autor Lao-Tsé: su nombre significa “Viejo maestro” o “Viejo filósofo”

Muy poco se sabe acerca de Lao Tsé (fundador del Taoísmo), hasta el punto de que algunos críticos modernos incluso dudan de que existiera realmente. Los únicos datos conocidos sobre su vida aparecen envueltos en la bruma de las leyendas. Por ejemplo, se dice que un día decidió abandonar el mundo montado en un buey y se dirigió hacia el oeste, donde supuestamente estaba el paraíso de los inmortales. Antes de que se perdieran sus huellas, el guardián de la frontera le pidió un manuscrito que llevaba consigo: eran los 81 capítulos del “Tao Te King”.

Este personaje mítico es venerado como un Dios por los seguidores de su pensamiento. Nació unos 20 años antes que Confucio, hacia el año 570 a.C. Según la tradición, ambos maestros mantuvieron sesudas conversaciones.

Significados de algunos conceptos Taoístas.

Dao:  Tao o Camino es la energía que se manifiesta y gobierna todos los seres vivientes en la tierra y el universo.

De:  es la expresión activa del Tao. Se trata de un complejo concepto chino que abarca el poder, la virtud y la integridad. Es el culto activo o modo de vida activo del Camino o Tao.

 Wu-Wei: es un concepto fundamental en el Taoísmo. La traducción literal de dicha palabra es “sin acción”. Se expresa generalmente a través de la paradoja wei-wu-wei, la “acción sin acción” o el “hacer sin esfuerzo”. El objetivo del wu-wei  es la coordinación con el Tao, revelando el poder “blando” e “invisible” en todas las criaturas y seres vivos. En los textos taoístas de la antigüedad, el wu-wei está íntimamente relacionado con el agua como elemento que ilustra la naturaleza de la cesión. El agua es blanda y débil, pero puede deshacer rocas y tallar la piedra. De esta forma, la filosofía taoísta propugna que el universo funciona dentro de una armonía que está en consonancia con su propia naturaleza y existencia. Cuando alguien intenta imponer sus deseos al “mundo”, trastorna dicha armonía. No obstante, el Taoísmo no identifica al hombre como la raíz del problema, más bien defiende que el hombre debe poner su voluntad al servicio de la armonía de la naturaleza del universo.

Pu. La traducción literal de Pu es “el bloque no tallado” o simplicidad. Es una metáfora del estado de wu-wei y el principio del “jian”. Representa un estado pasivo de receptividad, siendo un símbolo de potencial puro y de la percepción sin prejuicios. En este estado, el taoísta cree que todo es tal y como se puede observar, sin pre concepciones ni ilusiones. Normalmente el Pu se entiende como el esfuerzo por encontrarse a uno mismo en el estado primordial del Tao. Se cree en la verdadera naturaleza de la mente, libre de las enseñanzas y experiencias, pues en el estado Pu no hay bien ni mal, belleza o fealdad, sólo existe la experiencia pura o consciencia libre de las etiquetas y definiciones, es el estado del ser resultante de la práctica y seguimiento del wu-wei.

Espiritualidad. El Taoísta cree que el hombre es un “microcosmos” del universo, estando el cuerpo directamente ligado a los cinco elementos chinos (madera, fuego, tierra, metal, agua). De esta forma, los cinco órganos tienen correlación con los cinco elementos, las cinco direcciones y las cinco estaciones. El Taoísmo defiende que el hombre entenderá el mundo entendiéndose a sí mismo.

Comparte esta noticia en tus redes